Disposición Cientodiecinueve
La Misarkía es un concepto que encierra la significación de una profunda crítica cultural trascendente, que se inserta en el marco de la incivilización moderna de principios del siglo XXI, una sociedad internacional sumida en la crisis más profunda de la historia del hombre, con un planeta lindando con el colapso ecológico, que se encamina hacia la sexta extinción masiva en los anales de la tierra.
Las principales potencias del mundo han convergido para ofrecer toda la vida del planeta tierra en Holocauto a la Economía de la Dominación, exterminando alrredeor de 150 especies de animales y plantas cada día (unas 55.000 especies al año, según la ONU) por el desarrollo de la industria del exterminio, que es completamente deliverada y reeemplazable por modelos mucho más racionales que nos enriquecerían a todos como al más pudiente de hoy en día. El Genocidio programado por el hambre, que extermina alrrededor de ocho millones de personas al año según la ONU. El apartheit basado en la nacionalidad que excluye a personas de otras naciones de la asistencia pública, educativa, sanitaria y general, por el hecho de no haber nacido en el mismo país. El temor a un más que posible Holocausto nuclear dada la psicología de los enfermos que nos gobiernan. El sacrificio y tortura pública y constante de naciones enteras ante la comunidad internacional, como el Shahara, Palestina o el Tibet, sin que ningún organismo internacional condene, persiga o investigue estas barbaridades. El empleo del producto de la tortura y la explotación, infantil en inmensidad de casos, o adulta que se presentan ubicuos en el mercado e introducen la alienación en consumidor, con voluntades ajenas a él que lo poseen y lo hacen colaborador del comercio con mercancías de sangre y sufrimiento. Estas son algunas de las más fundamentales estrategias de desmoralización a nivel internacional que vienen conmocionando a las sociedades y a los individuos de forma consciente o inconsciente y que nos atormentan salvaje y profundamente.
Por todo aquello, a raíz de estos acontecimientos presentes, sustentado en una larga tradición de resistencia a la continua extenuación de la existencia para la dominación, que se remonta a tiempos antediluvianos, mucho antes de que el ser humano mancillase el equilibrio natural de nuestro mundo y, tras siglos de desarrollo dentro de una regresión, que hemos convenido en llamar «progreso»; en este tiempo y espacio, ha sido concebida una filosofía atemporal que aspira a extenderse a lo largo de las épocas, participando de la Inteligencia Universal, de las leyes del curso natural, del orden fundamental dinámico, de la razón vital flexible, de cada «ser vivo» y «ser muerto» que componen el cosmos.
La Misarkía es el «odio al poder» que ha engendrado este no-querer-ser, este odiarse-a-sí-mismo, que gobierna hoy en día y reduce al hombre, con todo lo que somete a sus análisis, registros y cálculos al gran conglomerado que se articuló bajo el no-saber-humano, que es comprido y almacenado dentro del ser máquina, que programa, proyecta y sistematiza el control de forma mecánica, produciendo su impacto a una celeridad y a escalas descomunales sobre toda la exstenca; hasta que el Leviatán del Constructo Cultural, la Biocultura, el Biopoder, la Viva Religión y los Mercados Vivos -que ya se han constituido como seres autónomos de los que somos huéspedes violentados por una red interdependiente de coacciones y violentaciones y cuyos principios se reducen a la negación y destrucción del orden natural para reducirlo y someterlo- sea derrotado por los fundamentales elementos constitutivos e institutivos que constituyen la génesis existencial: la Viva Verdad, la Viva Belleza, la Biojusticia, la Bondad Viva en plena y equilibrada Armonía Viviente, las cuales frenarán la implacable y brutal expansión a lo largo del planeta de la sistemática negación de la vida mediante el desequilibrio estable, que va contra los principios Universales de infinita progresión, complejización y diversificación de la existencia libre y autónoma, frente al sometimiento del todo a una sola voluntad que sojuzga, oprime y conquista lo que existe para perpetuar la tesis opuesta a la vida y al Universo; que sin embargo, muchos identifican con la Deidad que caprichosa hace su única voluntad sobre todas las cosas.
La voluntad que conjuga todas las voluntades, sin embargo, conseguirá transformas las Bestias bastas de los Mercados, las Religiones y los Poderes y Culturas perversas al ser Celestial, porque es principio de todo lo principal y origen de todo lo original, así como medio de todo lo medial y fin de todo final relativo que, en absoluto, nunca jamás acabará.
El objetivo de este proyecto vital es recuperar el control de nuestra existencia mediante la posibilidad de participación horizontal y directa de todo ser humano en los asuntos de toda índole, tanto Religiosa, como Política y Económica y Cultural que determinan la propia vida del individuo y la de la colectividad, el planeta y el espacio en general. Retomar el camino del desarrollo que seguimos por miles de millones de años y abandonar el de la regresión que comenzamos hace tan sólo unos escasos instantes.
Muchas gracias a todos. 119.