-I-
Escribo porque me leen
tierras, bosques, mares cielos…
Así pues, en verdad,
tengo la mejor audiencia,
los mejores lectores
y más brillantes críticos.
Comprended ciertamente
que nada me importe ya
su elevada o disminuida
animosidad,
así como tampoco
cualquiera de los juicios
a los que me sometan.
Si lo que soy yo muere,
la vida vendrá conmigo
y ellos no podrán
hablar nunca más de fútbol.
119.
-II-
Yo fui el carboncillo
que definió los trazos
en los lienzos de Goya,
fui la pagina en blanco
que se enfrentó a Neruda,
la manzana que transmitió
la gravedad a Newton,
la locura que abdujo
la lucidez de Nietzsche.
Estuve en la pintura
del pincel de Miguel Ángel,
desciendo del mismo espíritu
que poseyó a Siddharta.
Confieso ser yo la piedra
en que se esculpió al pensador,
como la revelación
del misterio de Confucio
o la tormenta de la vida
que cielo con tierra unió.
119.
-III-
Yo no estoy escribiendo,
estoy invocando espíritus.
Proyecto un pensamiento
más antiguo que el hombre:
el ímpetu vital (de miles)
de millones de años
de progreso y desarrollo
contra el salvaje exterminio.
Expandir estos versos
es prolongar mi vida,
cuando me encarno en ti
y estoy en tu pensamiento,
percibir mi esencia
es un punto de no retorno
hacia esta cosmovisión
que no abandonarás jamás.
De esta forma sé
que soy inmortal,
porque lo que transmitiré
es lo que prevalecerá.
119.
-IV-
Misarkía es pasado
enlazado al futuro,
enterrando vivo
dentro de ella
lo presente.
Ella se encuentra en el doce,
el tres, el seis y el nueve,
como está en norte,
sur, este y oeste.
Su misterio define
a toda nuestra ascendencia,
de la forma en que marca
el todo y su sucesión.
Ella se manifiesta
en un plano atemporal,
inspirada por lo eterno
y lo trascendental,
por lo que parece efímero
e incluso banal,
que conforma a la unidad
en la multiplicidad,
imponiendo lo total
sobre un hilo tenue
del que pende leve
el esclavo
Cientodiecinueve.
119.
-V-
En la apagada noche,
los ojos encendidos.
El corazón latiendo,
respiración y viento.
Las entrañas con fuego,
el alma está partida.
La habitación vacía,
yo en las sábanas frías.
Estrellas en el techo,
mi alma corre y vuela.
El sueño que ya llega,
que espero con anhelo.
Luceros de esperanza,
heraldos del mañana,
son los primeros rayos
que caen en mi ventana.
Mi cuerpo siento flotar,
con alegría rota,
siguiendo por la ruta
de la verdad ígnota.
Sufrir y disfrutar,
vivir la vida loca,
vivir lo que nos toca,
pero rendirnos nunca.
119.
-VI-
Diamantes engarzados
en el carbón de cielo,
son señas que conozco
de vida por el cosmos.
Jamás me siento sólo
viviendo en la derrota
por este derrotero,
aún de terror y miedo.
La paz será conmigo,
pasando este testigo.
El camino prosigo,
la verdad yo persigo.
119.
-VII-
Soy una conciencia plena
que se ha hecho universal,
totalmente ingobernable,
de profundidad abismal,
encarnada en este cuerpo
que aunque yazca es inmortal,
porque soy polvo de estrellas
que viaja hacia el más allá
a velocidad de la luz
por el agujero negro
del espacio voy girando
y girando en torno a un sol,
que así gira en la galaxia,
que gira en el baricentro
y girando así girando
hasta el práctico infinito
por toda la eternidad.
Nunca me podrán parar.
Por eso el terrorismo
no me puede derrotar.
119.
-VIII-
Lloro mares, lloro fuegos,
lloro sangre, lloro hambre.
Lloro guerras, lloro fuerte,
lloro débil, lloro al hombre.
Lloro caos, lloro orden
lloro paz, lloro antes.
Lloro ahora, lloro grande,
lloro útil, lloro firme.
Lloro todo, lloro nada,
lloro punto, lloro coma.
Lloro líneas, lloro náusea,
lloro frágil, lloro duro.
Lloro versos sin futuro.
Lloro luz, lloro oscuro,
lloro calma, lloro puro.
Lloro roto, lloro nulo,
lloro llanto, llanto claro.
Lloro planta y animal.
Lloro tanto, tanto lloro
que me ahogo en agua sal.
119.
-IX-
Qué alegría que muera
y nazca un nuevo día!
Todo lo que parte
vuelve de otra manera.
Todo se transforma,
todo evoluciona.
Todo permanece,
todo deja huella.
Viva ambivalencia,
viva en la conciencia.
La naturaleza
toma nuevas formas.
Formas imposibles,
formas muy reales.
Hombres y animales,
plantas y lo inerte,
conjuran el todo,
todo para siempre.
Nunca desvanece,
nunca desfallece,
la vida que crece
en valor absoluto.
Universo justo,
justo voy a verte,
y ahora al dormirme
soñaré que existes
también en la tierra.
Oh mi hermosa tierra,
llena de maná,
que enjuaga veneno
y cura la locura,
ésta era oscura
pronto cambiará!
Creo en tu fortaleza.
No lloraré más.
119.
-X-
Llegan nuevos tiempos,
tiempos inmortales.
Llegan nuevos hombres,
los hombres perennes.
Llegan como el viento,
como un gran torrente.
En cada lugar ves
su poder enorme.
Hijos de los soles,
nadie los conoce,
son grandes abismos.
No están en la tele.
Encarnan futuro
que vive presente.
Si su llama prende
la oscuridad corre.
Colmados de vida,
van cerrando heridas,
las venas abiertas
de la humanidad.
Ellos compadecen
al hombre marchito,
que está suplicando
por agua bendita.
Llueven como el trueno,
suenan como el trino,
no buscan un trono,
construyen la trama.
Trabajan sin pausa
superando tramos,
unen los extremos,
sin partir los medios.
No son lo contrario,
son la afirmación.
No buscan la fama,
cumplen su misión.
119.
-XI-
Dónde está el orgullo
de este ser humano?
Dónde la unidad
de estos mis hermanos?
Dónde la justicia?
Dónde libertad?
Dónde quedó el norte?
Dónde la verdad?
Dónde está la vida?
Dónde aquel amar?
Dónde están los dioses?
Dónde la piedad?
Donde la mordaza,
donde la escasez,
donde nadie reza,
donde existe sed,
donde se tortura,
donde hay rigidez,
yo no encuentro paz.
Dónde está mi ser?
119.
-XII-
Cae el agua pura,
cae del cielo roto,
cae la sinfonía
terrible del llanto.
Llora con el luto
que enriquece el manto
para que lo vivo
tenga su sustento.
Nutre cada palmo
de este suelo yermo.
Limpia la conciencia
de esa polución.
Llora, es necesario,
luego saldrá el sol.
Llora tu calvario,
moja el corazón.
Todos a cubierto,
en la sinrazón
temen el momento
de la expiación.
Temen a lo Santo,
temen aún a Dios,
Temen la discordia
que ellos provocaron.
En un alma seca,
no se alberga vida.
Todos sus pecados
a la eternidad.
En almas vacías
no cabe lección.
Empapar el mundo
es la salvación.
119.
-XIII-
Porto yo el destino
de la humanidad,
pasaré el testigo
por la eternidad.
Porto yo la vida
hacia el más allá
y quien me acompañe
no perecerá.
Porto la justicia,
porto libertad.
Porto lo divino,
porto la verdad.
Porto la belleza,
porto la igualdad,
cargas tan pesadas
torno yo livianas.
Porto yo este arte
de la plenitud
mientras todo falla.
mas no falles tú.
119.
-XIV-
Hago de noches días
con esta poesía.
Devuelvo fe en la magia
escribiendo utopía.
Resucito conciencias,
tal es mi maestría.
Proliferan estrellas
con cada rima mía.
Soy otro hijo de Dios
en la carnicería
en la que se ha tornado
esta cruel dominancia.
Mi lucha es la más pía,
rehúsa la violencia
frente a toda demencia,
construye resistencia.
119.
-XV-
Marginal,
acusación marginal,
del cinismo occidental,
del terror del capital.
Marginal,
poesía marginal,
trabajo fundamental
la denuncia intelectual.
Marginal,
resistencia marginal.
Espíritu original
y pensar universal.
Marginal,
este arte marginal
en un plano atemporal,
alcanzando lo inmortal.
119.
-XVI-
Como niebla, denso humo
que enturbiece la conciencia.
Como un llanto muy lejano
que acaba siendo ignorado.
Como estar paralizado
mientras algo está actuando.
Como sentirte indefenso
ante un terror muy cercano.
Como querer estar vivo
mientras todo está muriendo.
Como sentir los latidos
de la vida entre gemidos.
Como alcanzar el clímax
en la degeneración.
Como reducir la vida
a su mínima expresión.
Como sempiterna asfixia
de la civilización.
Como estar en el camino
que nos lleva a la extinción.
Edificios colapsando
hasta la demolición.
Como vigilar atento
en la plena oscuridad.
Como el estar padeciendo
la peor de las torturas.
Como vivir perseguido
e imposible de ocultar.
Cómo vives? Cómo vives?
Qué misterio has de guardar?
119.
-XVII-
Yo soy el camino,
yo tengo la luz
que conduce almas
a la plenitud.
Yo soy trascendencia,
yo soy rectitud,
que lleva directo
a la infinitud.
Yo tengo la llave,
yo cargo la cruz,
que lleva con sigo
nuestra humanidad.
Yo vivo el tormento,
yo vivo verdad.
Me alejo del cuento,
soy la realidad.
Yo construyo el verso
y arte en general,
lo que otros hacen
es lo criminal.
Yo vivo la vida
hasta su final.
Permaneceré en pie,
no me extinguirán.
119.
-XVIII-
Sectas que conspiran
en la oscuridad
el sometimiento
de la humanidad.
Facciones que luchan
para gobernar.
Voces que denuncian
esta realidad.
Porque el poder busca
desmoralizar,
esperanzas, sueños,
hay que cultivar.
Reina la abundancia
y hay que erradicar
toda la pobreza
que es un torturar.
Fuera de la matriz
quiero despertar,
observar el cielo,
sentir libertad.
Aquí la justicia
no puede brillar,
porque lo que impera
es el humillar
toda la existencia,
esa es la verdad.
Aquí el equilibrio
es irracional,
va contra un sistema
antinatural.
Aquí lo más bello
es aniquilar
a miles de especies
sin parpadear.
Aquí la conciencia
hay que anestesiar,
todos participan
de lo criminal.
119.
-XIX-
Cuando escribo triunfo.
Si dibujo triunfo,
si recito triunfo.
Cuando pienso triunfo.
Si respiro triunfo.
Cuando miro triunfo.
Cuando siento triunfo.
Paladeo triunfo…
Sólo los mezquinos
creen que fracaso
y triunfo!
119.
-XX-
Desahuciado el bosque.
Desahuciado el monte.
Desahuciado el aire.
Desahuciado el hombre.
Desahuciada flora.
Desahuciada fauna.
Desahuciada selva.
Desahuciada paz.
Desahuciado el clima,
desahuciado el sol.
Desahuciada el alma
desahuciado yo.
Desahuciado el mundo,
desahuciado ya,
por este sistema
que ha instaurado el mal.
Desahuciada ciencia
y lo espiritual.
Desahuciados sueños,
por lo criminal.
Desahuciada vida,
desahuciada está.
Desahuciado el cuerdo
por crimen mental.
Desde el Gran Hermano,
desde el gran terror,
todos vigilados
siguiendo el guión.
119.
-XXI-
Yo no poseo nada,
mi casa es de cartón.
Otros tienen millones,
yo sólo pido pan.
Disculpen si molesto,
mi suerte no elegí.
La ruina me posee,
difícil me es vivir.
Difícil es el hambre,
difícil el dormir,
mientras la gente pasa
y yo suplico inmóvil.
De críos nos enseñan
valores que seguir,
pero cuando se crece
se los olvida fácil.
Quién puede permitir
una injusticia así
sin que se encoja el alma
hasta el reducir
la poca humanidad
que nos pueda quedar?
Quién puede contemplar
una tortura tal
que lleva a la indigencia
entre la demasía?
Amigos y el amor
y también la familia
se van con el dinero,
nada me queda ya.
Mi vida limitada
ha sido reducida
para meterles miedo
con la desviación.
Mi hecho traumatiza
una mente normal.
Mi hecho aterroriza
el orden natural.
El siniestro derecho
permite esto legal.
Sistema de sistemas:
sistema criminal.
119.
-XXII-
Guerras sucias y masacres.
Torturas y violaciones.
Refugiados expulsados
por el odio y la violencia.
Muertos de hambre. Enfermedades
que se curan con dinero
y hay recursos, no dinero,
y tampoco voluntad.
Esclavismo en el vigésimo
primero de los siglos.
Excluidos del sistema sanitario
están muriendo.
Animales que se extinguen
por toda la destrucción
de los mares, de los bosques.
Todo deforestación.
Paraísos contaminados.
Vertidos y radiación.
El planeta está muriendo,
dicen que es la condición
necesaria del progreso:
el suicidio, el exterminio,
que lleva a la perdición.
Fueron hombres pero ya no.
No se sabe lo que son.
Antiseres o demonios.
La profunda negación
de la vida y la existencia
en el planeta es religión.
Hemos perdido el control
sobre nuestra creación
con políticas dictadas
del partido del terror.
Todo shock. Todo trauma.
Todo miedo y conmoción.
Nos torturan y al que grita
que ya basta: más dolor.
Nos humillan, nos reducen
a la mínima expresión.
Controlados ya los medios
de la comunicación.
¡Qué no pienses, qué consumas!
Súmate a la destrucción.
Si despiertas ya tu mente
no podrá con la presión.
Mejor duerme y obedece.
Sé muy dócil y podrás
disfrutar de la tortura
del que dice que haces mal.
Odia aquello que te digan
que tiene que ser odiado.
Ama al líder marioneta
que te hemos señalado.
Puede prometer de todo,
pero hará lo que digamos.
Con presiones o sobornos
todo el mundo gobernamos.
Todo está cuantificado.
Todo es vendido y comprado.
Participa del delirio.
Todo el mundo es nuestro esclavo.
Y nosotros? Ay nosotros!
Pues tampoco nos libramos!
Pero somos el poder
y por ello disfrutamos.
119.
-XXIII-
El misterio se esconde
ahí en el interior,
mas por mucho que busquen
no tienen lo que yo.
El misterio se esconde
dentro del abismo
y por mucho que escarben
mi fondo es superior.
El misterio se esconde
dentro del corazón,
por mucho que lo ignoren,
no callarán su voz.
El misterio se esconde
en lo más profundo.
Y aún dentro del dominio
libre albedrío soy.
119.
-XXIV-
Yo soy todo aquello
que cada poeta describe,
soy yo todo aquello
que libera cada guerra.
Inspiro cada sueño
que el ser humano posee,
desato cada fuerza
que equilibra el universo.
Mi ley es subatómica
y de escala universal,
abarca mi mirada
lo concreto y general.
Si mi gracia te alcanza
sientes plenitud vital.
Me extiendo al infinito
sobre toda la existencia.
119.
-XXV-
He visto yo en sus ojos
reflejado el leviatán.
No lo olvido, no lo olvido.
Los he visto vidriosos,
suplicando por su vida.
No lo olvido, no lo olvido.
Despojados de orgullo
y de toda dignidad,
no lo olvido, no lo olvido.
Buscando un sitio a salvo
sin poderlo encontrar,
no lo olvido, no lo olvido.
Sosteniendo océanos
que deben liberar.
No lo olvido, no lo olvido,
en mi alma lo han grabado
y no lo olvidaré jamás.
No lo olvido, no lo olvido.
119.
-XXVI-
Por dentro infinito,
por fuera también.
Cosmos en mi mano
proyecto al papel.
Resucito al ser
que ya está cadáver.
Y también al ciego,
puedo hacerle ver
nuestro paraíso
que se echa a perder,
que es lo más hermoso,
fuente de placer.
No importa cuan grave,
yo lo curaré.
Soy luz en la tierra
odiando al poder.
Yo soy manantial
de altísima cumbre,
besando los cielos
en nombre del hombre
que ha llegado a Dios
pese a los demonios
que van al suicidio
y a la perdición.
Pese a los demonios
aún escribo yo
escucha mi llanto,
préstame atención.
Cuánto se perdió
por dominación
sin más beneficio
que toda extinción?
Cuánto sufrimiento?
Cuánta sin razón
de esa voluntad
que es la imposición?
Cuántas vidas rotas?
Cuánta corrupción
del cuerpo y el alma?
Cuánta humillación?
Inconmensurable.
Mas el corazón
sigue palpitando,
toca su canción.
Qué jamás tuviste
nuestra rendición,
renuncia a la lucha
o atente a mi acción!
119.
-XXVII-
Pensaban que era suya,
la noche mi aliada.
Pensaban en matarme
con hambre, sed y nada.
Pensaban gobernarme
empleando la espada,
la pluma está cargada
de odio y la mirada
contempla que se clava
en sólo un objetivo:
la vida liberada.
Ni una gota de sangre
será más derramada,
la marcha está iniciada.
El ser que nos reclama.
Acudiré en su busca,
no hay nada que lo impida.
Si están buscando un pulso,
no conocen mi fuerza,
yo parto la mentira.
Reconoce mi seña.
Se os acerca la estrella.
Por fin ya amaneció.
Más les vale que huyan.
Mi arte nunca falla.
Nunca más de rodillas.
Ha sucedido ya,
mas no lo saben ellos.
Yo juego como un niño.
Con toda la paciencia,
disfruto la victoria.
Pronto será su juicio.
119.
-XXVIII-
Truenos en mi boca,
fuego al corazón.
Un llanto se escapa.
Sangre y sin razón.
Sombras que se ciernen,
traen la confusión.
Pasión que me enciende.
Luz y combustión.
Terrible lamento.
Lluvia en el cristal.
Se me escapa el alma.
Vivir no es frugal.
Consumo deprisa,
mato, muero y ya.
La vida me esquiva.
Llego al funeral.
Fúnebre esta esfera.
Fúnebre y mortal.
Existir nos duele.
Beso ya el final.
Versos en espinas.
Verso en espiral.
Adverso camino,
no veré el final.
No veré la luz,
no veré la paz.
No existe descanso.
Guerra, odio, caos.
Prosigo el camino,
los ojos vendados.
Busco mi destino,
alzando la voz,
escribiendo hardcore.
Hablando con Dios.
Sueno sobre el ritmo.
Siento los latidos.
Cosecho la Espiga
que ha dorado el sol.
Once de septiembre:
comunicador.
Otro agitador.
La luz y el calor,
el despertador.
Transmito valor,
dentro del terror.
No a la rendición,
no a la reducción.
Suena mi destino,
suena mi canción,
suena el corazón.
Suena con pasión.
Tanta conmoción,
paralización.
Se nos muere todo,
somos asesinos.
Oscuro camino
de la destrucción,
es una locura,
pura sin razón,
mas resistiré,
esa es la misión.
119.
-XXIX-
En tus ojos veo sueños,
en tus ojos de carbón.
En tus ojos veo fuego
que deslumbra como el sol.
En tus ojos veo el grito
mudo ensordecedor.
En tus ojos hay galaxias
que me miran con amor.
En tus ojos la esperanza
de poder llegar a Dios,
superando los demonios
que separan el tú y yo.
En tus ojos veo la vida
reflejada y el calor
que me infunde tu mirada
fija en la liberación.
En tus ojos poesía
proyectándose hacia mí.
En tus ojos hay mil rimas
que yo debo traducir.
En tus ojos alegría,
la alegría de vivir.
En tus ojos hay tristeza,
la tristeza de caer
en la cárcel de este mundo
que debemos derribar.
En tus ojos hay dos faros
que alumbran el más allá.
En tus ojos la vanguardia
de la lucha por la paz.
En tus ojos, en tus ojos
siempre veo luz brillar.
En tus ojos, en tus ojos
hay justicia universal.
119.
-XXX-
Con la calma de una noche
de verano escribo yo.
Con el temple en la mirada
observando fijo al sol.
Con la luna llena en ciernes
y su brillo celestial.
Con la luz del mediodía
que inunda de claridad.
Con ese cielo cobrizo
en el ocaso estival.
Con el ritmo de las olas
percutiendo las rocas.
Al compás de los sonidos
que alborotan la ciudad,
u oyendo melodías
de un paisaje natural.
En la estepa y en la selva,
entre cumbre y depresión.
Entre el cielo y el infierno
enloquecido escribo yo.
119.
-XXXI-
Soy la sombra luminosa
que se cierne radical
en los días que son noches
para el alma atemporal.
Soy el rayo que castiga
la tiniebla más allá,
soy la fuente que disuelve
lo corrupto en bendición.
Soy perpetuo, perpetúo
toda la diversidad.
Infinito como el cosmos,
soy eterno, sin final.
Mi origen es el origen
de todo lo original.
Mi principio sólo lleva
a algo aún más principal.
Mucho más conocimiento,
mucha más complejidad.
En lo mínimo lo máximo
y en cada gota un mar.
Universos desarrolla
cada singularidad,
porque el todo está en la parte,
mi fluir no cesará.
Comprenderme es leer las líneas
de la vida en libertad.
Descifrarme es el abono
que lleva a proliferar
la riqueza y la abundancia
que quieren decir la paz.
119.
-XXXII-
Amor deforestado,
desiertos sin razón,
ciudades de lamentos,
sin culpa ni perdón.
Artes contaminadas.
Poder de destrucción.
Se consume la vida
bajo una gran presión
que es cada vez mayor
avanzando los años.
Todo se deconstruye,
se vuelve a construir,
la identidad del hombre
que sólo quiere huir.
Huir de la barbarie,
huir de humillación.
El universo observa,
guardián del porvenir.
¿Por qué será que el hombre
se quiere destruir?
¿Por qué a esta dicha amarga
me tengo que rendir?
Hay que enterrar la guerra,
pero no sucumbir.
119.
-XXXIII-
Cada ensayo mío,
cada poesía,
lo que yo dibujo
y hago día a día
es puro VALOR,
una fantasía,
inconmensurable
en su economía.
Le han dado ese nombre
justo a lo contrario.
Su orden monetario
mide terror y calvario
(€, libra, $, ¥,
cuantifican la barbarie).
Conozco bien el miedo
y su simbología.
Conozco bien el drama
de esta supermurencia.
119.
-XXXIV-
El cielo se derrumba
sobre un cielo derrumbado
que nos trajo fuerza y vida
a esta tierra de secano,
que nos inundó en belleza
todo el cosmos de regalo
y que construyó los sueños
sobre los que hoy soñamos.
Eternos horizontes
actuando de reclamo
de toda inteligencia
y su voraz conocimiento,
fluyendo sempiterno
hacia océanos de luz
alumbrando la existencia
que palpita fuerte en ti,
que palpita fuerte en ti,
que palpita fuerte en ti.
119.
-XXXV-
Yo hablo todos los idiomas
en lenguaje universal,
porque escribo y recito
y dibujo ontología
venidera y ancestral,
mínima y monumental,
de la parte y lo total,
sobre el cielo y terrenal,
revelando los misterios,
y alumbrando las conciencias.
Construyo filosofía.
Bebo de ese manantial
del que fluyen teorías
y la ley universal
de una manera constante,
sin principio ni final,
y jamás terminará
lo que tengo que contar.
Continúo con la vida
y otros me continuarán
para alcanzar la verdad,
plenitud y perfección,
por conminación vital.
Es el orden natural.
119.
-XXXVI-
Yo hablo del infinito,
de más allá del cosmos.
Describo inteligencia
que lo articula todo.
Desde el fondo a la forma,
esencia y existencia,
espíritu y materia,
dualidad primigenia
fundida en equilibrio,
constituye unidad.
Entiendo los extremos
como una sola cosa
dinámica en progreso
que tiende hacia lo eterno
un puente indestructible
por el que estoy cruzando.
No pueden detenerme.
Todo lo que concibo,
cada acto que realizo,
me hace más inmortal.
Eso es una certeza
tan flagrante que insulta
el poco o nulo juicio
de estos seres tan rancios,
llenos de corrupción.
Quienes no identifican
a la magnificencia,
quienes han renunciado
a todo su valor
y lo desprecian todo
con la aniquilación,
a ellos los divido
por arte ilimitado
y los reduzco a cero
hasta la anulación.
Quien no tiene conciencia
vive en la maldición
y el daño que procura
será su perdición.
Por los siglos de los siglos
perderán la noción.
No sabrán ni qué son:
del ser son negación.
119.
-XXXVII-
Yo hago que desfile
cada parte del lenguaje.
Verbos y adverbios,
sustantivos y adjetivos
artículos, pronombres
y preposiciones,
también interjecciones,
como conjunciones
por el cauce de la esencia
y la existencia
definiendo realidad,
conoformando ontología
en lenguaje universal
que comprende el ser humano.
Soy un completo sol dado
que la paz está librando
por la tierra, desde España.
Pongo mi morada en mapas
que señalan grandes hitos
en galaxias sobre el cosmos.
Hago brillar mi planeta
cual estrella,
porque esa es mi seña.
Misarkía por los siglos
de los siglos es un genio.
119.
-XXXVIII-
Yo resisto, yo resisto escribiendo y escribiendo.
Alienado, enajenado, pervertido y marginado,
destruido, arruinado, derrotado y humillado,
alterado, consternado, repudiado y violado,
corrompido, analizado, incomprendido y rebatido.
Yo resisto, yo resisto escribiendo y escribiendo.
Yo resisto, yo resisto escribiendo y escribiendo.
Torturado, desgraciado, maniatado, esclavizado,
criticado, abandonado, falleciendo y ocultado,
desgarrado, relegado, aterrado y gritando,
olvidado, anestesiado, rematado y resurgiendo.
Yo resisto, yo resisto escribiendo y escribiendo….
119.
-XXXIX-
Tan grande como el infinito,
tan profundo como lo ilimitado,
tan duradero como lo eterno,
tan perfecto como el universo,
tan abundante como lo inagotable,
tan excelente como lo óptimo,
tan libre como la naturaleza,
tan inteligente como la vida,
tan hermoso como como la verdad,
tan luminoso como la sabiduría,
tan Cientodiecinueve Misarkía.
119.
-XL-
Una sola idea:
la revolución.
Un solo principio
y una conclusión.
Una sola vida
y una defunción.
Un único ser
y una sola esencia.
Una teoría
y sólo una experiencia.
Una contención
y una trascendencia:
Cientodiecinueve
de la Misarkía.
119.
-XLI-
Me sigue este planeta
y este el sistema solar,
me sigue esta galaxia
y su cúmulo también.
Me sigue el universo
y alimenta mi razón.
Me sigue la energía
que todo lo originó.
119.
-XLII-
Soy el verso oscurecido,
la razón oscurecida,
la pasión oscurecida,
ese sol oscurecido,
la verdad oscurecida,
esa vida oscurecida,
el amor oscurecido,
la bondad oscurecida,
la justicia oscurecida,
la belleza oscurecida…
Soy eterno Oscurecido.
Otros van de iluminados,
Misarkía los humilla.
119.
-XLIII-
Tus ojos son de noche,
profunda y estrellada,
tan clara, tan en calma,
de brillo celestial.
Hay magia en tu mirada,
un halo virginal.
Hay algo indescriptible,
un casto manantial
que brota del deshielo
en la época estival.
Tus ojos son principio
carente de final,
descubren horizontes
con un ansia vital
que crea infinitos
paisajes literarios
divinos e ignotos.
Tu arte es monumento
y constructo modesto,
el único refugio,
el más grande peligro.
La imagen de lo sacro,
abarcándolo todo,
tus labios la dibujan
recitando universo.
Tu espíritu es intenso,
tu espíritu es extenso,
la belleza que inspiras,
inspira a todo hermoso.
119.
-XLIV-
La vida está prohibida.
La fe se ha muerto ya.
Enviudó la esperanza,
nadie la puede amar
como el haz de promesas
que era la humanidad.
El mal se desparrama.
La tierra oigo gritar.
Pronto habré de partir…
Y quién te va a rezar?
Y todos esos sueños
aún por realizar?
Y estas criaturas…
podrán vivir en paz?
Todo lo que persigo
me espera en un lugar
que alcanzaré dormido
para no despertar.
Tú me lo diste todo,
y yo me entrego a ti
por completo mi alma,
mi cuerpo, sin dudar.
Por ti me sacrifico
o me puedo revelar.
El terror no descansa,
no puedo descansar.
Estoy extenuado…
Lo podré soportar?
Un día, otro día…
cargante levedad.
Me he vuelto artificial,
soy antinatural.
Qué pena ser un monstruo!
Qué pena, de verdad!
Soy cómplice del crimen
y soy un criminal.
Traiciono esa justicia,
la auténtica y real.
Ninguno lo comprende,
no me puedo absolver
de tan grandes pecados…
no te quiero perder.
Cordura que atromentas,
me dejas sin vivir,
no me dejas morir.
Me voy a suspender
en un tiempo sin fin
Así tal como fui?
Vergüenza es lo que siento
de ser deshecho así.
Te quiero y te destruyo
viviendo disonancia.
No excusa la impotencia,
eso es una falacia:
yo soy la creación,
la luz y la excelencia.
Por otra parte sé
que nada hay que imponer.
Si no puedo sanarlos
con toda la razón,
se perderá la vida?
Fallaré en mi misión?
Siento ser tan inutil…
Siento gran aflicción.
Millones y millones
de seres ahí sufriendo.
Y qué puedo hacer yo?
Llorando no lo entiendo,
luchando no lo cambio,
pasivo me desangro.
Pensar en resolverlo
es tan duro que enfermo.
Necesito de tanto…
y no hay ni un solo apoyo…
Perdona si te fallo,
lo siento tan adentro
que me pudre del todo,
corrupto sin remedio,
no existe expiacíon.
Tan frágil es un genio?
No quiero beneficio,
exijo lo que es mío.
La sangre tiñe el río.
De todo desconfío.
Tanto esfuerzo baldío,
que apenas ya sonrío.
Mas soy la prueba viva
de una floración
de la circunspección
en medio de demencia.
Yo todavía creo
en esa redención.
Será acaso posible?
O he perdido el juicio?
Eso me hace felíz,
jamás pienso rendirme.
Confío en utopías
y me creo un mesías,
si no fuese por eso…
mis fuerzas fallarían.
Sufro la reducción
al mínimo posible
y quiero demostrar
que eso de nada sirve.
Un solo ser humano
luchando contra monstruos
con tan exiguos medios,
luciendo esa arrogancia
del que es muy superior.
Tal es la confianza
que a mí me poseyó,
y quiero compartirla,
porque esto no se agota,
creo que es una cura
al miedo y el dolor.
No pretendo alharacas,
hablo de corazón.
Si alguien me entendiera…
lo haría como yo.
Y camino tan solo…
pero es mi decisión.
El riesgo no me asusta
yo soy un ganador.
Desde que vine al mundo
sabía la lección.
No digo nada nuevo,
expreso la emoción
de estar atormentado,
en trauma por el shock.
Disfruto lo que puedo,
no es poco desde luego,
somos tan increíbles…
La vida es tan hermosa…
nos eleva a infinito,
nos hace inteligentes,
participamos de ella
en todo su esplendor.
Tanto se lo agradezco!
Me da su bendición,
quiere que sea fuerte.
Suplico su perdón.
119.
-XLV-
Son estiércol, como abono
sobre el que florecer.
Son deshechos que reciclo
porque más tarde usaré.
Son la noche que oscurece
pero clarificaré.
Son ya-muertos que caminan
y los resucitaré.
Son monstruosos y siniestros,
yo los voy a ambidiestrar,
y los voy a iluminar,
con el fuego que arde eterno,
con la gravedad vital,
con las señas que les muestro,
soy química radical.
Pronto van a reaccionar.
El destino terminal
yo lo escribo y nadie más.
119.
-XLVI-
Si alguna vez creí
poseerla estuve enfermo.
Si alguna vez besó
mis labios y enloquecí.
Si me enseñó el camino
recto y no pude seguir.
Si ella me bendijo
con su luz y débil fui.
Si pude ver su rostro,
entre sombras lo perdí.
Si la alcance entre sueños,
a su lado amanecí.
Porque ella está conmigo,
consigo sobrevivir.
Porque la quiero tanto,
sólo así me quiero a mí.
Porque la están matando
yo no hago más que sufrir.
Pero ella es la razón,
dice: veni, vidi, vici.
119.
-XLVII-
Si alguna vez creí
poseerla estuve enfermo.
Si alguna vez besó
mis labios y enloquecí.
Si me enseñó el camino
recto y no pude seguir.
Si ella me bendijo
con su luz y débil fui.
Si pude ver su rostro,
entre sombras lo perdí.
Si la alcance entre sueños,
a su lado amanecí.
Porque ella está conmigo,
consigo sobrevivir.
Porque la quiero tanto,
sólo así me quiero a mí.
Porque la están matando
yo no hago más que sufrir.
Pero ella es la razón,
dice: veni, vidi, vici.
119.
-XLVIII-
Universo reflexivo,
yo te rezo, yo te escribo.
Universo reflexivo,
tú conmigo, yo contigo.
Universo reflexivo,
perfección definitiva.
Universo reflexivo,
yo te adoro, soy tu hijo.
Universo reflexivo,
tú eres toda la verdad.
Universo reflexivo,
tu gracia me hace brillar.
119.
-XLIX-
Proyecto esa energía
que proyectan las estrellas
verdaderas sobre el cielo,
que la vida desarrollan
y permiten prosperar.
Proyecto esa conciencia
que proyectan las estrellas
sobre el campo celestial
y alimentan fantasías
que permiten el soñar.
119
-L-
He nacido en el poniente,
el poniente septentrión,
que le da la espalda al sol,
que lo obliga a su ocaso.
He nacido en occidente,
capital de corrupción,
malas artes rituales
para la dominación.
He nacido yo en la cuna
que prepara Babilón,
entre espinas y algodón,
mi carne se endureció.
He vivido la constante
tortura del intelecto
en que el hecho se deshace
y lo que es deja de ser.
He venido desde lejos
a alegar antes del juicio
y dictar estas sentencias,
porque el todo me faculta.
He venido en la defensa
y como la acusación,
a arrojalos luz de sol,
que contemplen el horror.
Ascendí de la locura
y descendi de la razón.
No asimilan lo que soy,
la variable sin control.
Aunque intenten estudiarme
mi misterio es superior.
Mi incógnita no descifra
su patética ecuación.
No existe psicología
que a mí encuentre comprensión:
un ateo que se eleva
a la simbiosis con Dios.
No una burda religión,
se me adora como adoran
piedras, lluvias, luz de sol…
Padre y madre ése soy yo,
quien predica en el desierto,
quien rebate aquello incierto
y quien juega con la muerte.
Pero estoy sobrecogido,
veo a Apolo y a Dionisio,
Eros, Thánatos, en cisma.
Sincretismo represento,
los extremos yo fusiono.
Rindo polos en esferas
que definen nuevas formas,
nuevas eras en lo puro.
Me apresuro, queda poco,
queda poco para el triunfo
de mi valor absoluto
sobre el terror relativo.
Sed testigos, sed testigos
lo más grande es lo que escribo:
concentrando, disolviendo,
trascendiendo a mi enemigo.
Sed testigos, sed testigos,
Oh nobles hermanos míos,
liberadnos del tormento
mediante la rebelión!
119.
-LI-
Aunque pierda, siempre gano.
Cuando gano, nadie pierde.
Si se pierden los encuentro.
Lo que encuentro siempre vuelve
de lo oscuro a lo brillante
en el ciclo vida-muerte.
Es la ley inquebrantable.
La ley Cientodiecinueve.
119.
-LII-
Mi ateísmo religioso
reconcilia los extremos.
Sintetiza la derecha,
sintetiza la siniestra,
convenciendo hasta al demonio
que abandone el ministerio
del terror y la locura,
sin esfuerzo, con saliva.
El destello de mi rayo
va profundo al corazón.
Esta empresa ilimitada
suma toda bella acción.
Al extremo se cotiza,
pero con moderación.
No hay dinero en tu divisa
que me compre, so bufón.
119.
-LIII-
Todo lo que es luz
sin dudar será conmigo,
y lo oscurecido
es sin duda miembro mío.
Espíritu sin fin,
y cuerpo ilimitado.
De aquello vivo y muerto
mi verso está formado.
Mi inmenso presupuesto
abarca lo absoluto
sintetizando dentro
todo lo relativo.
Amén por mis amigos,
amén mis enemigos.
En lo sobresaliente
he sido suspendido.
De todos los misterios
yo soy revelación.
De todo lo divino
yo soy encarnación.
Emerjo del vacío
y origino el espacio,
el tiempo, la energía…
desmembro la eregía
de la dominación,
soy algo superior
a la abominación
de muertos que caminan,
no espero comprensión.
Yo soy tal armonía
que causa disonancia
terrible en el terror.
No tengo compasión
con esa evolución
del nazi en regresión,
que es una fractura
de tal embergadura
que nos enloqueció
a todos sin remedio
(al menos hoy por hoy)
hasta el día del juicio.
Y yo me pongo en medio,
uniendo los extremos,
promuevo la reunión
de infinitos polos
opuestos en la esfera,
en esta hermosa tierra
que me ha visto crecer,
que me otorgó conciencia
de amar y respetar
a todo como sea.
Inspiran a mi náusea
y parto la correa
huyo de la condena
sin pausa y como sea.
Proyecto mi dolor,
que es una marea
que inunda el corazón
y echa al demonio fuera.
119.
-LIV-
Desde el alfa hasta la omega,
del levante hasta poniente,
meridión y septentrión:
la variable sin control.
119.
-LV-
Manchado por la gracia
del capricho natural.
La forma que ha adoptado,
esta forma de animal,
no oscurece la verdad,
no la puedo confundir
si pienso con claridad.
Él es la divinidad
encarnada e inmortal,
manifiesta sin igual.
Su alegría se contagia
a horizontes sin final.
Libre corre por la calle,
sin correa ni bozal.
Jamás hizo nada mal.
Es precioso, tan bonito
que compite con el sol
su gran brillo celestial.
Contemplarlo es ver a Dios,
algo sobrenatural.
Me conmueve su mirada
que al clavarla dice más
que juntadas las palabras
de la historia de mi especie.
Me transmite pensamiento
y emoción inmaculadas,
sin atisbo de maldad,
él sólo quiere jugar
con el mundo que hace suyo.
Me acompaña aquí y allá.
Yo lo he visto nacer
y crecer y madurar.
Es mi hijo y su sangre
con la mía son igual.
Yo lo amo más allá
de nuestra vida mortal.
Es mi dueño, no te engañes,
sabe mucho más que yo
y me enseña tantas cosas
que no alcanza mi razón.
Tan hermoso, tan perfecto,
no podrido como yo,
no conoce qué es la culpa,
ni el pecado y aquí está,
encerrado en un infierno
para ser fiel compañero
de este loco tan cobarde
que al terror bien se somete.
Más él todo lo comprende,
me perdona, bien me absuelve.
Es un ser tan luminoso
que me otorga tal poder
de enfrentarme a aquello enfermo,
tan oscuro sin perder
el camino de la vida
que me indica florecer.
Es como un amanecer
que aún nadie puede ver,
cuando el sol esté bien alto
se lo van a agradecer
con mil cantos y plegarias
más hermosas que las mías.
Con mil cantos y plegarias
que bendigan cada día.
Por tu gracia y maestría
en la dicha tengo fe.
Tú que hablas con los hombres
y transmites tu saber,
muéstranos el infinito
que debemos comprender
para ser como hay que ser,
como sois los animales.
Compañero, compañero
te agradezco eternamente
compañero, compañero,
la alegría que me invade,
compañero, compañero,
y que nunca me abandone
compañero, compañero
tu amistad es lo más grande.
119.
-LVI-
Todo pasa por ti,
todo pasa por mí,
cuando vemos sufrir,
cuando vemos morir.
Todo pasa por ti,
todo pasa por mí.
Parece que está lejos…
pero llega hasta aquí.
Todo pasa por ti,
todo pasa por mí.
La pena es tan profunda
que no conoce fin.
Todo pasa por ti,
todo pasa por mí.
No pueden dividir
el acá del allí.
Todo pasa por ti,
todo pasa por mí.
la fe se va a partir,
nos vamos a extinguir.
119.
-LVII-
Se oye un llanto en el abismo,
un llanto desconsolado,
el llanto del ser humano,
el llanto del mundo entero.
Hoy nos llevan los demonios
que a la vida han puesto precio.
Mientras reina la abundancia,
nos gobierna la escasez
no en recursos, en dinero
que vertebra el holocausto
de la vida del planeta,
mientras todos colaboran.
El crimen organizado
se ha extendido a cada esfera,
en lo publico y privado,
lo mental y lo corpóreo.
El orden totalitario
administra cada aspecto
de la vida, la existencia
y de toda creación
que somete a su control
que castiga sin piedad
con brutal desproporción.
Cuando yo doy testimonio
hago leve la presión,
emerge la resistencia,
se levanta el corazón.
Mi palabra es la sagrada
escritura natural,
pervertida como yo,
ignorada y parodiada
en su mínima expresión,
que debía ser estrella
y galaxia y universo
en el todo y la porción.
Mi poder es superior
por milenios de milenios.
Me arrancan el corazón
y confunden con la mía
la que es su humillación.
Insolente, ése soy yo!
Por mi gran educación.
Al gobierno del Terror
mi fracaso lo condena,
el fracaso de la vida,
el de toda inteligencia.
Ésa es mi gran victoria.
La concibo en absoluto,
no en la parte relativa.
Lo que digo es registrado
por el cosmos. Mi legado,
que ya es imperecedero
por la magia que he creado,
que es capaz de liberarlos
comprendiendo los axiomas,
comprendiendo las premisas.
Porque yo soy el sujeto
de infinitos predicados.
Yo soy el único verso
que derrama la existencia.
Yo soy toda la conciencia,
yo soy toda la materia,
aunque intenten oponerse,
la existencia es toda mía.
119.
-LVIII-
Lo que digo yo es vigente
por los siglos de los siglos,
renovable, trascendente,
éso es lo que yo escribo.
Una fuente inagotable
de profundo pensamiento.
Reflexiones infinitas
sin temor a caducar.
Manifiesto una doctrina
que los va a reprogramar
en un pensamiento libre
hasta de mortalidad.
119.
-LIX-
Fluyo invulnerable,
como el tiempo, como el viento.
Muero y resucito,
como el sol y Jesucristo.
119.
-LX-
Los dejo que me roben,
yo soy ilimitado.
Los dejo que me copien,
soy el original.
Los dejo que me humillen
y sigo siendo digno.
Los dejo que me espíen
y guardo intimidad.
Se creen jugar seguros…
pero el tablero es mío.
Veo su juego sucio.
Van a perder el juicio.
119.
-LXI-
Pero mira qué putada,
no hay peces en el río,
no haya peces en el río,
los vemos perecer!
Bis
La tierra se está quemaaaaaaando
con la puta gasoliiiiiiina.
Todo se está Extinguieeeeeeeendo,
todo se lleva a la ruiiiiiiiiiiiiina!
Pero mira qué putada,
no hay peces en el río,
no haya peces en el río,
los vemos perecer!
Bis
Mueren y mueren,
El hombre irá detrás,
sin preces en los ríos
desaparecerá!
Pero mira qué putada,
no hay peces en el río,
no haya peces en el río,
los vemos perecer!
Bis
119.
-LXII-
El saber es un arma
de poder ilimitado.
El mundo está en mi mano.
Poseo el universo.
Soy dueño de los sueños.
Soy dueño de los hechos.
Yo soy dueño de todo,
que sea libre es mi antojo.
Profundo como el cosmos,
Okupa de tu mente
vacía, abandonada.
Te mando a la cruzada
de versos contra espadas.
La vida ilimitada
es lo que represento.
Proyecto lo que siento,
proyecto lo que pienso
y (ya) /(en ti) se reproduce.
Yo soy el artífice
de esos el arrecifes
de corales que se mueren,
se mueren como el hombre,
se mueren como todo.
Maldigo el holocausto
industrializado
y cientificista
que ha legitimado
todo un atentado
que es ya planetario,
que jamás descansa,
que está programado,
nos ha enloquecido,
nos va torturando.
En el subconsciente
millones de muertes
de seres humanos,
plantas y animales.
Tratamos la vida
como algo inerte.
Lo inerte no existe,
somos sólo un ser
que es universal,
vivo e inteligente.
Trato de pensar
como piensa él.
Yo soy la condena
de la creación
que torna al contrario
a su proporción.
Vivo lo sagrado
frente a lo profano,
que ya ha conquistado
el planeta entero.
No lo tengo miedo,
soy el universo,
todo he contenido
en mi presupuesto:
la muerte y la vida,
el odio, el amor.
Quien me desafía
borra su existencia.
Y quien me acompaña
será una conciencia
sin fin con la mía
en la eternidad.
El omnipotente
nunca impone nada,
y su voluntad
conjuga con todo.
Sea como sea,
amén a la vida.
Me entrego al destino,
llego al desarrollo
pleno y absoluto.
Nací bajo cero,
entre los ya-muertos,
seres sonamuh
que reviviré
de la misma forma
que yo reviví.
Vine al mundo muerto,
sin ningún control
sobre mi existencia
y reverdecí.
Mírame hoy en día,
todo poderoso.
Yo soy el orgullo,
soy la gran victoria
de todo universo.
Todo lo que escribo,
es un exorcismo.
Desde el mismo origen
caminan conmigo
fuerzas naturales,
seres ancestrales
que su propia casa
tienen en mi carne,
tienen en mi mente.
Todo lo que tengo
yo te lo regalo.
Yo lo tengo todo,
todo ilimitado.
El saber es un arma
eterna, inagotable.
Conocer es la causa
por lo que todo existe.
119.
-LXIII-
En el último árbol,
sigue existiendo el bosque.
En la última gota,
sigue existiendo el mar.
En el último rayo,
sigue existiendo el sol.
En el último aliento,
sigue existiendo la vida.
En el último creyente,
sigue existiendo la fe.
En la última palabra,
sigue existiendo el lenguaje.
En la última frontera,
sigue existiendo el camino.
En el último día,
seguirá existiendo futuro.
119.
-LXIV-
Yo soy de barco oscuro,
de mar embravecido,
de clima enrarecido.
Yo soy de barco oscuro,
de alma atormentada,
de espíritu profundo.
Yo soy de barco oscuro,
que mira al firmamento
dirigiendo su rumbo.
Yo soy de barco oscuro,
de vidrio humedecido,
de verde desvalido.
Yo soy de barco oscuro,
de pena y de lamento,
de defunción y luto.
Yo soy de barco oscuro,
que lleva a cada puerto
de vida un cargamento.
Yo soy de barco oscuro,
mi arca lleva dentro
la esperanza del mundo.
Yo soy de barco oscuro,
que resguarda el secreto,
velado y manifiesto.
Yo soy de barco oscuro,
que aguanta levemente
un infinito peso.
Yo soy de barco oscuro.
Yo soy de barco oscuro.
Yo soy de barco oscuro.
119.
-LXV-
Desgarrador tormento.
Tormento desgarrador.
Perturbador del alma.
Del alma perturbador.
Poeta enloquecido.
Poeta enloquecedor,
que vive apesadumbrado,
la vida se apesumbró.
Desgarrador lamento,
lamento desgarrador.
Perturbador del cuerpo.
Del cuerpo perturbador.
Viviendo entristecido,
la vida se entristeció.
Nacido Oscurecido,
tiniebla me cautivo.
Desgarrador calvario.
Calvario desgarrador.
Perturbador del mundo.
Del mundo perturbador.
Soy preso del impulso
que todo lo dominó.
Calvario que no cesa,
incesante dolor.
Desgarrador el odio.
El odio desgarrador.
Perturbador del cosmos.
Del cosmos perturbador.
Desgarrador lamento.
Lamento desgarrador,
que sobrecoge al viento,
que gime que por favor…
que por favor escuchen,
que atiendan el estertor,
la tierra que se muere
y el hombre se demenció.
Qué está pidiendo auxilio!
Qué basta ya de terror!
Su súplica se quiebra,
se quiebra su corazón.
La ruina de la vida,
La cruel devastación
de hermosos paraísos
y su diversidad
en nombre del progreso
se impone regresión.
En nombre del amor
nos sometimos al odio.
En nombre la paz
sembramos la discordia.
Todos actúan ya
en nombre del Demonio.
119.
-LXVI-
Muertos que caminan
a mi alrededor.
Náusea que domina
en mi corazón.
Fe que me ilumina
dentro del horror.
Fuerza que arde eterna
aquí en mi interior.
119.
-LXVII-
Quieren arrastrarme
a su condición.
Yo solo obedezco
la gravitación.
No tienen criterio.
Alzaré mi voz,
con tal gran estruendo
y tal conmoción
que a las pesadillas
de su ensoñación
dé culminación
de una vez por siempre
en común unión.
119.
-LXVIII-
Como en el cielo estrellado
en la tierra existe luz,
pero no obstante en la noche
domina la oscuridad
y si no fuese por ella
nunca podríamos ver
la belleza que existe
por el cosmos más allá.
119.
-LXIX-
En los versos de Lorca,
de Hernández y de Whitman.
En el arte de Goya,
de Banksy y de Münch.
En melodías de Mozart,
Dylan y Keny Arkana.
En la filosofía
de Wittgenstein y Marcuse.
En toda religión,
los Santos y profetas.
En los cuerpos celestes,
estrellas y galaxias.
En todo lo que existe
vive la Misarkía.
119.
-LXX-
Libertad de jazmín,
de azahar y tomillo.
Libertad del amor,
del beso y la caricia.
Libertad al pensar,
sentir y al expresarse.
La libertad es verde,
siempre verde y salvaje.
Libertad consumiendo.
Libertad produciendo.
Libertad en mis sueños
y cuando estoy despierto.
Libertad que yo amo,
libertad que defiendo.
Con su inocente sexo,
sensual y femenino.
La toco con las yemas,
la toco con cariño.
La abrazo con la mente,
la abrazo con el cuerpo.
Ella duerme conmigo
y está cuando despierto.
El ángel más divino
y santo que yo adoro.
Escribo libertad.
Libertad yo te invoco.
Libertad sé conmigo,
sin ti yo nada soy.
Libertad te bendigo
y siento tu calor
helado ambivalente.
¡Sostente, oh sostente!
¡Aún herida de muerte!
¡Libertad quédate!
¡Por favor no me dejes!
Tierra, sol, agua y aire
y tú el quinto elemento
que necesita el ser
si quiere realizarse.
Yo quiero realizarme.
Sin ti tendría sed,
sin ti tendría hambre,
yo no tendría sangre.
Procedo de tu vientre
y me has visto crecer.
Tú me lo diste todo.
Has sido padre y madre:
David y María Ángeles.
Juro solemnemente
amarte para siempre.
119.
-LXXI-
Yo soy de verso libre
jamás de verso esclavo.
Oscurecido y libre,
a nada encadenado.
Mi corazón es libre
mi razón es lo sacro.
Naturaleza libre,
lo artificial evado.
Eternamente libre,
caducamente humano.
Todo que vive libre
nunca morirá en vano.
Inmortalmente libre
escribo a fenecidos
que lo desprecian todo,
destruyen lo sagrado.
Ellos mismos sagrados
tornaron en profano
a sí y lo que tocaron.
¿Qué culpa tiene el mundo
de tan brutal castigo?
¿Qué culpa tengo yo
de vivir tan nublado?
Yo soy sol siniestrado,
mi suerte está quebrada,
mi llanto vuelto mudo,
mi audiencia vuelta sorda,
insensibilizada,
sin ni tacto ni gusto,
ni un solo sentimiento
que no esté corrompido
por el odio aguerrido.
Suplico y tengo miedo
hacia y de mis hermanos.
Libre vine a expresarme
y libre habré de irme,
sin guerra en la conciencia.
Daré la solución
al más grande problema
que enfrenta nuestra tierra…
¿Será la permanencia
o acaso la extinción?
119.
-LXXII-
¡Qué no queme el fuego!
¡Qué se pare el tiempo!
¡Qué el amar no duela!
¡Qué nada se muera!
¡Qué rebose vida!
¡Qué los ríos fluyan!
¡Qué el sol brille siempre!
¡Qué su luz nos llegue!
¡Qué vivamos todos
sabios liberados!
¡Qué que al abrir los labios
sólo haya verdad!
¡Qué todo perdure!
¡Qué nada se extinga!
¡Qué la vida vuelva
a nuestro planeta!
¡Que justicia impere!
¡Qué se nos escuche!
¡Qué nuestro hambre cese!
¡Qué las guerras paren!
¡Qué la paz gobierne!
¡Qué lo atado vuele!
¡Qué vuelva la fe
a inspirar al hombre!
¡Qué soñemos juntos!
¡Qué impere esperanza!
¡Qué reine justicia!
¡Qué nos realicemos!
¡Qué reinen los cielos!
¡Qué nos liberemos!
¡Qué alcancemos sueños
de cada utopía!
¡Qué sobrevivamos
a las pesadillas!
¡Qué no se condene
nunca a nadie más!
¡Qué nos perdonemos!
¡Qué multipliquemos!
¡Qué no dividamos!
¡Qué todos ganemos!
119.
-LXXIII-
Soy quien concilia el sueño
el sueño literario.
Soy quien despunta el verso,
el verso de tus labios.
Soy quien describe el cosmos,
al cosmos mi plegaria.
Soy quien esgrime el llanto,
el llanto del calvario.
Soy quien recita el rayo,
el trueno y esta lluvia.
Soy quien encarna a Dios,
al hombre y al demonio,
quien arroja la sombra
de la iluminación.
Soy quien ha enloquecido
y ostenta la razón.
Soy quien está perdido
y busca redención.
Yo soy un espejismo
y una alucinación,
del hombre en el desierto
de la enajenación.
Yo soy el derrotado,
exhausto y moribundo.
Yo soy el indigente
marginado del mundo.
Yo soy la última lágrima
que regará el planeta.
Yo soy la sensación
de vida que se agota.
Y yo me sobrepongo
a una pena infinita,
que por siglos de siglos
voy a inmortalizar.
119.
-LXXIV-
La realización
del hombre soy yo.
La consumación
del arte total.
La revelación
en mi verso está.
Y la expiación
yo quiero alcanzar.
Donde está la paz
quiero descansar.
Donde queda Dios,
ése es mi lugar.
Mi naturaleza
es universal.
Porque yo trasciendo
hasta el bien y el mal.
Sólo hago rezar
por la humanidad.
Yo solo tan solo
con la infinidad.
Si mi arte naufraga
no despertarán
de su cruel letargo
quizás ya jamás.
Soy todos y nadie.
Nadie entiende que
todos son sagrados,
se echan a perder.
Encontrar la dicha
es vivir en paz.
Todo en lo que creo
es la realidad.
Revelo el misterio
que hay que revelar
y mi arte menor
es monumental.
Mía es la locura,
mía sin dudar,
porque sólo el loco
sabe razonar
entre enloquecidos
que hablan de moral,
ley y sancionar.
Lejos de su Dios,
y de sus gobiernos,
de su economía
y su coercion…
lejos estoy yo
estando con ellos.
Yo reino entre cielos,
galaxias y estrellas.
Todo lo que expreso
es la prueba de ello.
Ellos como yo,
y yo como ellos.
Esta vida es sueño
un sueño precioso.
Todo es tan perfecto
que no existe fallo.
En horrible y bello
hay conocimiento
ese es el motivo
de toda existencia.
La sabiduría
de un cosmos sediento
de más experiencias
y más teorías.
Y jamás se sacia
es ilimitada
su capacidad
para amarlo todo.
Toda creación,
toda destrucción.
A cada figura
y figuración
da tiempo y espacio
y también conciencia.
Todo lo que existe
es inteligencia.
Sola en un principio,
creó lo corpóreo
como si otra cara
de una moneda.
Una era eterna,
constante, infinita…
Otra era caduca,
variable, aprendía…
Una el combustible,
y otra los procesos
y base de datos.
Todo el universo
es un gran cerebro.
Lo ha pensado todo,
pasado y futuro,
en un solo instante
que durará siempre.
Todo está resuelto,
no existen misterios,
y su maquinaria
nunca cesará
de crear hermoso,
justo, verdadero,
bueno, equilibrado
todo en absoluto.
Para el ojo humano
pueden haber fallos,
pero solo existen
en lo relativo.
119.
-LXXV-
Hola cielo de amor mío,
de mi vida y de mis sueños,
mis abrazos y mis besos
de mi alma y de mi carne
de mis penas y alegrías…
Sólo tú, hermosa mía,
lo que quieres iluminas.
Tú podrías ser la estrella
que encendiera para siempre
este cielo tan nocturno,
este cielo Oscurecido.
Tu sonrisa es luminaria
celestial que tanto brilla
que no hay a tu lado sombra
que no puedas disolver
y que no vuelvas tan blanca
como pura es mi pasión.
Me he vuelto loco por ti,
lo que me empuja a escribir…
que me eleva al infinito
y que me hizo descender
a este mundo a conocerte,
para ver lo más hermoso
que ha creado el universo.
Sin duda alguna eres tú.
Eres tú quien fluye viva
como el agua de mi anhelo,
la que sacia a este sediento
de tus labios y tu cuerpo.
Eres tu sabiduría,
eres tú mi paraíso
donde existe la utopía
que yo busco sin cesar.
¿Eres tú mi alma gemela?
¿Serás tú la que me duerma
para luego despertarme
a tu lado cada día
para ver rayos de sol
presentarnos a la vida,
una hermosa vida juntos,
y después la eternidad?
¿Serás tú mi ángel hermosa
quien leerá mi poesía
y a tu lado haré yo algo
que sea digno de tu tiempo
de tu apoyo y tu presencia
y tu embellecida magia?
¿Serás tú la salvación
de mi alma condenada
a vivir tantas desgracias
que tendrán otro sabor
si estás conmigo mi amor?
No apresures tu respuesta
pues yo tengo todo el tiempo
todo un tiempo ilimitado
para ser lo que tú quieras
y ganarte aquí a mi lado.
Que si tú me das la vida
te ofrezco eternidad.
119.
-LXXVI-
Yo que soy de noche
y de cielo estrellado,
tristes los colores
que me han regalado:
el de la fe de hambriento,
el de dolor de esclavo,
el de amor de secano,
el de templo vacío,
el de un aliento helado
y el de credo oculto,
de religión profana,
y de ala decaída.
De la pasión amarga,
de la razón proscrita,
de la alegría difunta
y del alma apenada.
Color de la derrota.
Color de la condena.
Tan oscuros los tonos
que se me han obsequiado.
Tan oscuros los tonos
que se me han obsequiado.
119.
-LXXVII-
Yo sólo veo el sol,
y todo sabe a aurora
Yo siento cosmos dentro.
Huelo a tierra mojada.
Mi furia es un volcán
que escupe un rojo llanto.
Mi fe hace levitar
cordilleras enteras.
Las traigo aquí a mi vera.
Mi verso es escalera
que al cielo va directa.
Directa del infierno
y de la pesadilla.
El agua sosegada,
y la paz en el viento.
Luceros en el cielo
virtiendo hacia mis ojos
un número infinito
de puntos luminosos.
Los tiempos armoniosos.
La estrella de alegría.
La luna del amor.
Los ángeles del bosque.
Lo lleno y lo vacío.
Inspiro lo infinito.
Respiro lo infinito.
Siento lo ilimitado.
119.
-LXXVIII-
En los versos de Lorca,
de Hernández y de Whitman.
En el arte de Goya,
de Banksy y de Münch.
En melodías de Mozart,
Dylan y Keny Arkana.
En la filosofía
de Wittgenstein y Marcuse.
En toda religión,
los Santos y profetas.
En los cuerpos celestes,
estrellas y galaxias.
En todo lo que existe
vive la Misarkía.
119.
-LXXIX-
Libertad de jazmín,
de azahar y tomillo.
Libertad del amor,
del beso y la caricia.
Libertad al pensar,
sentir y al expresarse.
La libertad es verde,
siempre verde y salvaje.
Libertad consumiendo.
Libertad produciendo.
Libertad en mis sueños
y cuando estoy despierto.
Libertad que yo amo,
libertad que defiendo.
Con su inocente sexo,
sensual y femenino.
La toco con las yemas,
la toco con cariño.
La abrazo con la mente,
la abrazo con el cuerpo.
Ella duerme conmigo
y está cuando despierto.
El ángel más divino
y santo que yo adoro.
Escribo libertad.
Libertad yo te invoco.
Libertad sé conmigo,
sin ti yo nada soy.
Libertad te bendigo
y siento tu calor
helado ambivalente.
¡Sostente, oh sostente!
¡Aún herida de muerte!
¡Libertad quédate!
¡Por favor no me dejes!
Tierra, sol, agua y aire
y tú el quinto elemento
que necesita el ser
si quiere realizarse.
Yo quiero realizarme.
Sin ti tendría sed,
sin ti tendría hambre,
yo no tendría sangre.
Procedo de tu vientre
y me has visto crecer.
Tú me lo diste todo.
Has sido padre y madre:
David y María Ángeles.
Juro solemnemente
amarte para siempre.
119.
-LXXX-
Volvemos alas a las raíces.
Volvemos salud enfermedades.
Volvemos justicia atrocidades.
Volvemos guerras en el sosiego.
Volvemos tragedias a la alegría.
Volvemos luz lo oscurecido.
Volvemos cuerdo lo enloquecido.
Volvemos libre lo determinado.
Volvemos espíritu lo encarnecido.
Volvemos bello lo horrorizado.
Volvemos pío lo condenado.
Volvemos fecundo lo esterilizado.
Volvemos eterno a lo caduco.
Volvemos calma la tempestad.
Volvemos liviano lo que es pesado.
Volvemos agua al fuego ardiendo.
Volvemos vivo lo fenecido.
Volvemos vivo lo fenecido.
119.
-LXXXI-
Siento que estoy muriendo.
Viviendo un Holocausto,
todo envuelto de llanto.
Siento que estoy muriendo.
Presa de los Estados,
religiones, mercados.
Siento que estoy muriendo.
Profunda es esta pena,
pero albergo esperanza.
Siento que estoy muriendo.
Mi espíritu y su fuerza
se están sobreponiendo.
Siento que estoy muriendo.
Y aunque yo me sé eterno
es duro padecerlo.
Siento que estoy muriendo.
Tan cerca de evitarlo
y al mismo tiempo lejos.
Siento que estoy muriendo.
Y todo el desaliento
en vigor yo transformo.
Siento que estoy muriendo.
Ambivalencia libre
que me hace más esclavo.
Soy el desposeído,
de tempestad cautivo,
en lágrimas Debarco
Oscuro en que navego,
son mar embravecido.
Arca de cielo negro.
Nave de triste luto,
con un rumbo nocturno
y el duelo del difunto.
Siento que estoy muriendo.
Siento que estoy muriendo.
Siento que estoy muriendo.
119.
-LXXXII-
Océanos de martirio.
Resquebrajado llanto.
La culpa del naufragio.
Eterno sacrificio.
El sol de aquí ya huyó.
La vergüenza de Dios.
Masiva la demencia.
Amarga la existencia.
Profunda conmoción.
Las alas amputadas.
El juicio envenenado.
Las horas más oscuras
son las que vivo yo.
La razón desquiciada.
El culto dislocado.
Ídolos del demonio
que todos rinden culto.
Impera la anestesia.
Necios guían la turba,
la turba que patean
al igual que un balón.
La inversión del dinero,
de toda economía
nos ha transfigurado,
todo al revés volvió.
La vida tan sagrada
perseguida y violada.
Sacralizar lo impío,
el sello del Terror.
Terror que no descansa.
Terror que nunca cesa.
Idiotas que pretenden
luchar contra mi estrella,
ignorar mi galaxia,
enfrentar mi universo…
Con una poesía
los dirijo al infierno,
hasta la inexistencia
que llevan por inercia.
Esto que yo construyo
será su eterna pena.
Los astros y las tierras,
los cielos, las entrañas,
están en mi cerebro,
y hasta en mis vísceras.
Esto que yo sentencio
es mensaje divino.
Los que no crean en ello
tampoco creen en ellos,
sé que del infinito
se han reducido a cero,
y si no sienten culpa,
tormento y amargura
con esa inteligencia
que el todo les dotó,
tampoco habrá perdón,
porque ellos nunca fueron,
jamás serán ni son.
119.
-LXXXIII-
Sólo escucho al duende del abismo
susurrar en mi oído:
«no existe salvación»…
Quiero reencontrarme con mi hada
la magia de la selva
y la ley natural…
Quiero que retorne la alegría
y vivo en el desierto
de pena de hormigón…
Quiero que la voluntad invicta
se imponga a cada orden
de la dominación…
Quiero que toda nuestra esperanza
se vuelva indestructible
y triunfe el corazón…
Quiero que pensemos en desgracias
que hoy nos amordazan
y nublan la razón…
Quiero levantarme pronto al alba
sin presiones ni cargas
y contemplar el sol…
Quiero reparar nuestra memoria
de tantas injusticias
que llegan hasta hoy…
Quiero que resplandezca la llama
que débil ilumina,
ser negro por su sol…
Quiero que la verdad resplandezca
que nadie la confunda
con cualquier espejismo.
Quiero que mi fe mueva montañas
que eleve al ser humano
a la altura de Dios…
Quiero que la historia continúe
que no se acabe todo
seguir la progresión…
Quiero que mi amor sea más grande
que el odio que profeso
a esta destrucción…
Quiero comprender toda la vida
abrazarme con ella
y fundirnos los dos…
Quiero dejar de encontrarme solo
en un mundo macabro
que gobierna el terror…
Quiero que a mi padre y a mi madre
pueda proporcionarles
el orgullo más grande.
Quiero dedicarles cada verso
que habiten en mi mente
encarnarles por siempre…
Quiero que todo lo que he aprendido
lo aplique sabiamente,
que ayude al universo,
que ayude a otra gente…
Quiero que las aguas fluyan limpias
que el aire sea puro,
que no coma basura…
Quiero que la paz sea con nosotros
que reine en todo el mundo
que vuelva el equilibrio…
Quiero que mis palabras no caiga
jamás en saco roto,
que nunca sean vacías…
Quiero levantar a los caídos
hacer que oigan los sordos,
curar a los enfermos…
Quiero yo ser libre sin correas
volar por la galaxia
sobre el brazo de Orion…
¡Quiero, quiero, quiero, quiero y quiero
a todo lo que existe!
Amén por lo que soy.
119.
-LXXXIV-
Si emerge el sol naciente
de una profunda noche.
Si rompen los grilletes
los puntos cardinales.
Si vuelve la alegría
volando sobre Niké.
Si resucitan todos
y se hacen inmortales.
Si los tiempos eternos
retornan un instante.
Si las almas vacías
se llenan de existencia.
Si cada melodía
resulta en equilibrio.
Si todos los luceros
alumbran el camino.
Si la crarividencia
habla desde el instinto.
Si nuestro amor se impone
al odio sin sentido.
Si llega un nuevo día
de primavera al mundo,
dioses, hombres, demonios,
volverán a ser uno.
119.
-LXXXV-
Escribo desde el pozo
de los aborrecidos,
tan falto de deseos,
tu amor y de tus sueños…
Tan falto de esperanzas,
tan triste y bruno vivo.
Escribo en la caverna,
por sombras embargado,
todo lo que yo veo
ha sido adulterado.
Por una gran tiniebla
mis ojos se han nublado,
a la mayor condena
estoy encadenado.
Vivir fue mi pecado.
La muerte me ha ordenado.
Escribo en un abismo
profundo, desahuciado.
De mí se ha apoderado.
Mi alma desgarrada,
mi cuerpo destrozado.
Hago a lo tenebroso
mi más fiel aliado.
Escribo tan cansado…
Escribo tan traumado…
¡No quiero ser esclavo!
¡Yo quiero ver el alba!
¡Qué venga a mí la vida,
qué no se vaya más!
¡Qué venga el nuevo reino!
¡Gobierne libertad!
119.
-LXXXVI-
Calma de la noche que me engañas,
me sumes en el sueño,
despierto a pesadillas.
Tocas tú mi pecho cuando duermo,
respiras de mi aliento,
me coges de la mano.
Dices que no tengo ya consuelo
que no cabe esperanza,
que ya prepare el duelo.
Me hablas del destino que has marcado,
que todos lo han fijado,
que nada estoy moviendo.
Guías tú mis pasos siendo ciego,
me das tú mi sustento
me guardas de mi monstruo.
Hablo y es tu estruendo lo que suena,
tu estruendo silencioso,
tu estéril armonía.
Siento y eres tú la que percibe
por mil ojos y oídos,
por esta propia mente.
Pienso yo y tú antes lo razonas,
lo mides y calculas,
regalo y tú administras.
Noche que te amo y tú me amas,
en luces de bohemia
y espinas en el alma.
Noche que destierras mis palabras
de rayos y centellas,
de cielo y agua clara.
Noche yo te invito hoy a mi cama,
déjame poseerte,
poséeme sin trabas.
119.
-LXXXVI-
Vivo yo infinitas
superpuestas realidades:
Yo creo universos
dentro de los cuales
mi espacio es el centro.
Porque yo soy todo.
Porque todo soy yo.
Soy la misma roca,
y la misma planta.
Vivo en sus cabezas,
encarno sus cuerpos.
Todo comunico.
y me comunica.
Hablo con mi perro,
contigo, con vientos…
mensajes divinos,
Santos, demoniacos.
Cristalizan hechos
que con uno todos
hechos quedan, todos.
Todo es estatismo,
todo es dinamismo.
Yo creo y destruyo
esto, eso y aquello…
todo será mío,
seré todo suyo.
Tornará en eterna,
mi alma limitada.
119.
-LXXXVII-
Unos somos los ojos,
unos somos los gustos,
unos somos las sensaciones,
unos somos los aromas
y unos somos las melodías.
Unos somos los hijos
de la fusión del individuo y la totalidad.
Unos somos los hijos
de la fusión del cuerpo y el espíritu.
Unos somos los hijos
de la fusión de la esencia y la existencia.
Somos los hijos
de de lo soberbio y la humildad.
Somos los hijos
de la omnisciencia y la ignorancia.
Somos los hijos
de la fusión de levante y poniente.
Somos los hijos
de la fusión de meridión y septentrión.
Somos los hijos
de la barbarie y lo civilizado.
Unos somos los hijos
de la iluminación y lo oscurecido.
Unos somos los hijos
de lo público y lo privado.
Unos somos los hijos
de la ciencia y lo religioso.
Unos somos somos los hijos
de lo más concreto de la concreción
y la totalidad de las totalidades.
Unos somos los hijos
de claros y oscuros.
Unos somos los hijos
de lo masculino y lo femenino.
Unos somos los hijos
de la vida y lo muerto.
Unos somos los hijos
de lo artificial y la naturaleza.
Una publicidad, una privacidad.
Una guerra constante y una paz.
Un camino, un marchar.
Un paisaje y un mirar.
Un destino y un azar.
Una ecuación Universal.
Una gloria y un derrotar.
Una tragedia y un comediar.
Unos somos los hijos
del terror y lo valioso.
Unos somos los hijos
de la disonancia y el equilibrio.
Unos somos los hijos
del error y la perfección.
Unos somos Cientodiecinueve Misarkía.
Unos somos Cientodiecinueve Misarkía.
119.
-LXXXVIII-
Sobre tierras y cielos yo domino.
Yo domino.
Sobre el agua y el fuego yo camino.
Yo camino.
A los ciegos devuelvo la visión.
La visión.
Convierto el simple agua en el cáliz de mi sangre.
De mi sangre.
Lo muerto resucito con la palabra divina.
La divina.
La divina.
119.
-LXXXIX-
El sueño pragmático.
La cultura ignorante.
La belleza horrible.
La verdad fraudulenta.
La amistad enemiga.
La triste alegría.
La poderosa indefensión.
La libertad cautiva.
La realidad ideal.
La sombra de iluminación.
El sol ennegrecido.
Y el 11SMisarkía.
119.
-XC-
(Si me quieres escribir
ya sabes mi paradero.) bis
(En este planeta tierra.
Primera línea de fuego.) bis
(Aunque tumben conexiones
y alteren todo dato.) bis
(Nos verás sentirlo todo
privados en absoluto.) bis
(100k veces que nos tiren
100k veces nos haremos. Bis)
Tenemos el disco duro
los del cuerpo de ingenieros.) bis.
(si me quieres escribir
ya sabes mi paradero.) Bis
(En este planeta tierra.
Primera línea de fuego.) bis
119.
-XCI-
He egresado yo furiente
castigando sicofantes.
Presento la parusía
y aunque occisen Misarkía
en jumeras de poder,
su dominio tan baldío
he venido a deponer.
Yo hago éste arte flébil,
su conducta estólida
de baldragas tan inútil,
porque sólo quieren caire
y los posée el esplín.
Aún mi prado no han cencido
porque ha sido bendecido.
Para los hombres sedientos
tengo el mador de mi cuerpo.
Soy persona nefiblata
y en mi sueños plúrimos
el sistema se yactura.
venusto, pleno me siento
porque escribo hialino
éste lampo tan jarifo
que el alma va a brizar
hasta advenir la ataraxia
que tornará universal
la preciosa limerencia.
En cada verso que erijo
acendrado, incorruptible
lleva al cielo el arrebol
y a la mente epifanía.
Es mi escrito inmarcesible
y deviene trascendente,
mondo, claro, transparente,
que transmuta lo muriente
en la vida más bullente.
119.